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Una medina es una aglomeración urbana organizada dentro de las murallas, es decir, protegida por una fortificación. En los centros urbanos de Marruecos, todas las ciudades antiguas, fuera de sus barrios modernos, se caracterizan por ser medinas. En las zonas rurales, todos los asentamientos antiguos generalmente se caracterizan por ser ksours, el plural de ksar.
Todas las principales ciudades marroquíes tienen una antigua medina: Marrakech, Chefchaouen, Moulay Idriss, Azemmour, Sefrou, Tiznit, Meknes, Larache, Tetuán, Fez, Casablanca, Essaouira, Tánger, Rabat, El Jadida
Por lo general, las medinas son las partes más antiguas de las ciudades árabes, ya que siempre hay una nueva ciudad fuera de estas mismas fortificaciones. La maraña de calles, callejuelas y callejones, hace de las medinas un auténtico laberinto, en el que un simple paseo se convierte a veces en un verdadero rompecabezas. Normalmente, en el centro de las medinas hay una plaza principal, de la que salen varias avenidas principales que conducen a la parte exterior de las murallas.
A menudo, estas murallas están protegidas por torres de vigilancia y abiertas por enormes puertas que dan entrada y salida de la antigua medina a la ciudad. En Marruecos las más conocidas son la medina de Fez, la medina de Marrakech, la medina de Tánger, la medina de Rabat, la medina de Tetuán, la medina de El Jadida, la medina de Essaouira, la medina de Tiznit, la medina de Casablanca, la medina de Chefchaouen, la medina de Asilah, la medina de Azzemour, la medina de Sefrou, y la medina de Taroudant. A pesar que las medinas muestran cierta confusión visual, no es cierto que no sigan determinadas ordenes urbanísticas y reglas establecidas.
En el centro de las medinas siempre hay una mezquita, comúnmente llamada la Gran Mezquita. Hay medinas que están organizadas etnias o religiones, la ubicación de las actividades de trabajo, o una cierta jerarquía social o comercial. Dentro de las medinas hay varios barrios, mercados y áreas comerciales y talleres.